lunes, 8 de septiembre de 2008

Cristianismo y Política

Después de mucho tiempo de inactividad en mi blog, vuelvo a escribir algunas líneas. Cuesta darse el tiempo para sentarse frente al computador a compartir pensamientos. No ha sido un tiempo de inactividad general, solo ha sido inactividad bloggera. Tengo varios temas que pretendo subir apenas pueda. Bueno, el motivo de escribir tiene relación con la cercana elección municipal 2008 en mi querido Chile. Esta campaña en particular tiene ribetes polémicos, pues la oposición presenta por primera vez en varios años (en mi opinión) una propuesta frente al desgaste de la Concertación. Se presenta entonces un caldo de cultivo para la confrontación. La Concertación por un lado, trata de justificar lo injustificable y la Alianza por el otro, condena incluso lo incondenable. ¿Existe un verdadero ánimo de crear país, o simplemente un afán enfermizo de conservar el poder o de llegar a él? Hoy el tema nos toca más cerca que antes, pues el evangelio ya no es solo de los barrios marginales, sino que también llega al ámbito político (a veces marginal también, no por su posición económica, sino por sus pobres ideas y principios) Entonces, ¿qué debemos hacer los cristianos? Frente a esta pregunta tenemos al menos tres opciones:
  1. Enajenarnos de todo lo político
  2. Participar activamente, desde dentro de la política
  3. Presentar una postura política más alta de lo que hoy existe
Espero poder llegar a una respuesta a esta interrogante en base a estos 3 postulados, pero no podrá ser ahora porque tengo que viajar a Talca y se me hace tarde. Más tarde continúo.